Tai chi chuan

ARTE PARA LA VIDA COTIDIANA 

 

Un arte de defensa y enseñanza para el día a día…

El Tai chi chuan se inspira en su práctica,  en el “Tao”. Una filosofía de origen chino que intenta armonizarse con la vida en su sentido más amplio.  Concibe al hombre participando al mismo tiempo de una dimensión material que le conecta con el mundo cotidiano, junto con una dimensión espiritual que necesita “cultivar”.

“El sabio es capaz de encontrar en las pequeñas cosas del día a día significados universales y transcendentales”.

«Estos principios se materializan en el Tai chi chuan , en sus movimientos suaves y redondos, conectados en una serie fluida , en la actitud relajada del practicante, en la intención de conectarse tanto a la raíz ( la tierra), como a las fuerzas cósmicas; en concebir el combate como un encuentro de energías opuestas y complementarias al mismo tiempo ( yin- yang), donde, el presente, el ahora, es la clave para entender la situación de un combate.»

El estudio de Tai chi chuan como arte defensa comprende tres áreas en nuestra escuela:

La forma Cheng Man Ching, está compuesta por 37 movimientos. Es una forma corta en comparación con la Yang de 108.El profesor Cheng evitó las repeticiones para hacerla más adecuada al público occidental. El Tai chi original consistía en la repetición de 13 posturas (8 energías,más 5 pasos), de donde se derivan todas las demás formas y estilos.
La práctica de la forma es importante para el desarrollo de la estructura y la energía ( Qi) personal , para conocer las técnicas y la aplicación marcial de las posturas. Su estudio va evolucionando por varias etapas: conocer la secuencia, aplicar la estructura adecuada a cada postura (mecanismos corporales, de respiración y energéticos), facilitar el movimiento de la energía y la intención a través de todo el cuerpo, practicar con un contrario imaginario. Son sucesivas etapas que nos permiten evolucionar dentro de la forma.

                     «El estudio de Tai chi chuan como arte de defensa comprende tres áreas en nuestra escuela»

El empuje de manos o “tui shou”, es el método de tai chi para dos personas. A través de esta práctica conjunta se va evolucionado en la compresión de las energías y ampliaciones del Tai chi chuan como arte de defensa. Hay numerosos métodos y puntos de vista que se proponen en función de las habilidades del practicante: con una mano, con dos, con pasos, centrándose en la aplicación, en el enraizamiento…etc. Cuando se alcanza un buen nivel se realiza ” San shou”, un entrenamiento libre entre dos personas, donde se ponen de manifiesto todas las habilidades, en  distintas distancias y velocidades.

La evolución en el tui shou, para nuestra escuela tiene una pedagogía clara, que respeta la evolución de cada estudiante, no sobrepasando los límites de asimilación del mismo. Como resultado de esto, las prácticas de  a dos, se convierten en una profundización personal y enriquecimiento humano; evitando la competición (el ganar por ganar) y el uso de la fuerza

La Espada de Tai chi, es la tercera parte de este sistema. Comprende el estudio de la forma de espada y el entrenamiento libre a dos: la esgrima de Tai chi. (Fencing).

A través del juego, la espada desarrolla la precepción del espacio y la orientación del cuerpo. El simbolismo de la espada, nos remite al dominio del exterior y la canalización de las energías interiores en la dirección adecuada, nuestra situación en el espacio y como moverse en el mismo con arte y eficiencia.

Estudiamos tanto el entrenamiento personal a través de la forma de espada, como el entrenamiento por parejas. Iremos introduciendo ejercicios que van aumentando las habilidades a medida que asimilamos los retos, hasta completarlos con la esgrima de Tai chi; un arte de habilidad y estrategia con todo el refinamiento del Tai chi.

El manejo de la espada es una experiencia complementaria a la forma de mano vacía. Se entrena la agilidad de los pies y la disposición espacial. Supone un reto en el estudio energético, pues, la velocidad del entrenamiento demanda más fluidez e intuición.

 

La Espada de Tai chi, es la tercera parte de este sistema. Comprende el estudio de la forma de espada y el entrenamiento libre a dos: la esgrima de Tai chi. (Fencing).
A través del juego, la espada desarrolla la precepción del espacio y la orientación del cuerpo. El simbolismo de la espada, nos remite al dominio del exterior y la canalización de las energías interiores en la dirección adecuada, nuestra situación en el espacio y como moverse en el mismo con arte y eficiencia.

Estudiamos tanto el entrenamiento personal a través de la forma de espada, como el entrenamiento por parejas. Iremos introduciendo ejercicios que van aumentando las habilidades a medida que asimilamos los retos, hasta completarlos con la esgrima de Tai chi; un arte de habilidad y estrategia con todo el refinamiento del Tai chi.

El manejo de la espada es una experiencia complementaria a la forma de mano vacía. Se entrena la agilidad de los pies y la disposición espacial. Supone un reto en el estudio energético, pues, la velocidad del entrenamiento demanda más fluidez e intuición.